Descripción
Todos conocemos a los samuráis, caballeros andantes japoneses que regían su vida por un estricto código del honor, el bushidō, y estaban dispuestos a morir antes que traicionarlo, convirtiéndose así en perfectos ejemplos de virtudes como la lealtad, la obediencia o el peso de la palabra dada. Lo que pasa es que eso que conocemos es así únicamente en las películas, los manga y los videojuegos, porque esa narrativa se la inventaron unos cuantos samuráis ociosos o que trabajaban como contables para justificar sus muchos privilegios ante el resto de la sociedad. Te lo explicamos mejor en este monográfico.