Tanabata, el festival de las estrellas

En Japón, el 7 de julio se celebra el Tanabata (七夕), también conocido como el festival de las estrellas. En algunas regiones como Sendai (仙台市), la celebración se lleva a cabo de acuerdo con la fecha original del antiguo calendario lunisolar japonés, que cae un mes más tarde, el 7 de agosto.

Según la leyenda, la séptima noche del séptimo mes es el único momento en el que Orihime y Hikoboshi, dos amantes convertidos en estrellas, pueden encontrarse. Orihime (織姫, la Princesa Tejedora), hija del dios Tentei (天帝, el Rey Celestial), era una tejedora muy diligente, por lo que su padre la casó con Hikoboshi (彦星, también conocido como Kengyuu, 牽牛), un ganadero igual de trabajador. Sin embargo, al disfrutar tanto de su vida juntos, ambos acabaron descuidando sus respectivas labores, así que Tentei los separó, uno a cada lado del río Amanogawa (天の川, la Vía Láctea). Solo se les permite verse una vez al año, la noche del 7 de julio.

Durante el verano, sus dos estrellas titilan a cada lado de la Vía Láctea: Vega es la estrella de Orihime, la más brillante de la constelación de la Lira, y Altaír es la estrella de Hikoboshi, la más brillante de Aquila.

El Tanabata llegó a tierras japonesas en el siglo VIII desde China, donde se conoce como Qi xi (七夕, la noche de los sietes) y, originalmente, su celebración coincidía con la del Festival para la súplica de habilidades (乞巧奠, Kikkōden). En este último, se rezaba a los dioses para mejorar las competencias artesanales, como la caligrafía o la costura. Con el tiempo, las tradiciones de ambos festivales se acabaron mezclando, junto con las del Obon (celebración en honor a los espíritus de los ancestros), dando lugar al Tanabata moderno.

Al principio, el nombre del festival se pronunciaba con la lectura original de los caracteres 七夕 (shichiseki), por esta razón, se conocía como Shichiseki no sekku (七夕の節句), uno de los Cinco festivales estacionales (五節句, Gosekku) que se celebraban en la corte imperial. Existen varias teorías que explican por qué el festival acabó llamándose Tanabata. La más probable es que tenga que ver con un rito de purificación sintoísta que se solía llevar a cabo en la misma época; en este, se ofrecía a los dioses una pieza de tela especial llamada tanabata (棚機) para pedir buenas cosechas y protección contra los desastres naturales.

Seguramente, la primera imagen que nos viene a la cabeza al pensar en el Tanabata, son las tiras de papel tanzaku (短冊) llenas de deseos que cuelgan de las ramas de bambú. El origen de esta costumbre también es algo confuso, pero se cree que está relacionado con una práctica aristocrática que consistía en escribir poemas tanka (短歌) en hojas de morera. Esta práctica se adaptó a los rituales del Kikkōden y, en las hojas, se empezaron a escribir deseos en forma de poesía. Al mismo tiempo, las decoraciones del Tanabata fueron evolucionando, desde hilos de colores colgados en las ramas de bambú a trozos de tela y, finalmente, tiras de papel. En el periodo Edo (1603-1868), cuando las celebraciones se extendieron a la clase popular, la gente empezó a escribir sus deseos y aspiraciones en las tiras de papel.

Este día, muchas calles y áreas de Japón brillan de colores gracias a los tanzaku llenos de deseos. Todo el mundo, grandes y pequeños, participan y no pueden evitar sonreír al pasear y ver los bambúes adornados de color.

Y tú, ¿qué deseo vas a pedir?